martes, 26 de mayo de 2009

Los Beneficios del Baile


Además de ser una buena opción para reducir el estrés y superar la timidez, el baile estimula la circulación sanguínea y mejora la flexibilidad y la resistencia.

Físicos

  • Cardiovascular: Bailar facilita la circulación de la sangre y el tono de la piel. El sistema respiratorio y vascular también se benefician de esta actividad.
  • Grasa: Favorece el drenaje de líquidos y toxinas, así como la eliminación de las grasas.
  • Aspecto: Muchas de las posturas negativas derivadas de la vida sedentaria se corrigen con la danza. La cabeza y el cuerpo erguido y el paso armonioso mejoran la presencia física.
  • Obesidad: Combate el sobrepeso, la obesidad y los niveles elevados de colesterol.
  • Músculos: Fortalece los grupos musculares y mejora la flexibilidad, la fuerza y la resistencia.
  • Coordinación: Con el baile se ejercita la agilidad y la coordinación de movimientos, así como el equilibrio.
  • Madurez: En edades maduras es recomendable para paliar los dolores articulares y la osteoporosis y prevenir el envejecimiento.
  • Niños: Corrige trastornos congénitos y malas posturas. Como método pedagógico, les permite desarrollar el oído musical, el sentido del ritmo, la memoria y la expresión corporal.

    Psíquicos


  • Socialización: La danza es un buen método para superar la soledad y la timidez y establecer nuevas relaciones.
  • Relajación: Permite desinhibirse y liberar tensiones.
  • Autoestima: Al son de la música se reduce el estrés, la ansiedad y la depresión, ya que ayuda a expresar las emociones y canalizar la adrenalina. Bailar levanta el ánimo y eleva la autoestima.
  • Confianza: Fomenta la confianza en uno mismo y la claridad de pensamiento.
  • Danzaterapia: contra problemas de espalda y osteoporosis
  • Un paso adelante, otro atrás. Giro. Cruce. Quebradas. Ochos... Es la elegancia hecha baile. Pero también un buen ejercicio para cuerpo y mente. El tango es una de las actividades más beneficiosas para la rehabilitación cardiovascular. Y no hace falta ser ni Fred Astaire ni Ginger Rogers. Con sólo tres días a la semana, cualquiera puede dejarse llevar por los efectos del baile. Sin distinciones. Pasodoble, salsa, rock and roll, cha-cha-chá, sevillanas. La modalidad es indiferente. Las ventajas, infinitas.

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